lunes, 20 de agosto de 2012

Trabajo galardonado!

Obtuvimos el SEGUNDO LUGAR en el concurso Caminos de la Libertad con una adaptación teatral (teatro de sombras) del texto “Petición de los fabricantes de velas”, del escritor francés, Fréderic Bastiat. Conoce nuestro trabajo ganador "Libertad en tierra de sombras" por Karen Pardo & Edgar Giovanni Rodríguez:


jueves, 16 de agosto de 2012

Epistemología de las artes - UAN


Estimados estudiantes,

Como lo propuse en clase les dejo algunos referentes audiovisuales de las propuestas que emplea Toro en su documento sobre teatro y discursividad. Espero que les ayude en la reinterpretación del texto.


miércoles, 15 de agosto de 2012

Comentario a la “Educación Prohibida, 2012 (Colectivo Reevo)” y “Detachment, 2011 (Dir, Tony Kaye)”



Cada cierto tiempo aparecen producciones que nos devuelven a pensar sobre el campo educativo. Existen a lo menos más de 100 películas y documentales que tratan de revelar la densidad de una función social que cruza los intereses de los Estados y las comunidades de aprendizaje. En algunas de ellas las tensiones se presentan en los climas de relación entre padres, docentes y estudiantes en contextos particulares (ahora me vienen a la memoria clásicos de esta temática La lengua de las mariposas, La clase, La ola, La sociedad de los poetas muertos… por citar algunas).

¿Cómo se explica esta recurrencia? La respuesta fácil implica reconocer que el sistema no funciona como idealmente lo consideramos, una obviedad, y una fortuna para quienes encuentran en este fenómeno un tema que siempre genera un público permanente: todos nosotros educados, educandos…inteligentes pero poco comprensivos.

La respuesta difícil (sin que sea entendida como verdad) sino como ejercicio interpretativo supone una cara más perversa, incómoda y dolorosa…  Los documentales y las películas devenidas “de culto” son reflejos permanentes de una incapacidad y un eterno retorno.

No obstante, “La educación prohibida” en narrativa local, y “Detachment” en línea (si se quiere) -global-, nos ofrecen variaciones sobre un tema central: La emoción como vector de tránsito para mapear el problema de larga duración. En la primera, se enfatiza el amor como una salida probable (Con un desenlace un tanto melodramático en el que el llanto irrumpe a manera de conciencia colectiva), en el segundo caso, la emoción (Con el conocido cliché del suicidio) propone una pregunta no por la búsqueda de un culpable y unas víctimas diferenciadas, sino una lógica de corresponsabilidad, donde a manera de falso documental, los involucrados en el asunto, en la complejidad del problema que convoca, se interpretan igual de perdidos y nostálgicos…todos somos responsables y compartimos la misma angustia de sentido.      

Así, en contraste, hay algo en “Detachment que a mi manera de ver es mucho más significativo a pesar de ser una –representación- y es que los personajes develan que más allá de la opresión del sistema y las conocidas dimensiones del saber poder, sus vidas, sus experiencias y visiones de mundo son constituidas de a partir de un panorama ético y estético, es decir, el producto de la realidad compartida es precisamente la motivación por elegir un camino por mera convicción, un ejercicio de libertad en el cual es el DESEO el motor para subsanar en parte, no una solución macroestructural sino una revolución molecular…una opción por lo singular y por la potencia de quienes a riesgo deciden transformarse. Esto significa que del problema de la educación se trasciende a un plano por la pregunta formativa.    

Sin lugar a dudas lo que hay que resaltar del documental “La educación prohibida”, anunciado como “gran estreno mundial” (y vale la pena caer sobre el motivo del despliegue publicitario en redes sociales e incluso en instituciones universitarias en las cuales sus agentes típicamente tradicionales y plegados a las lógicas de calidad, acreditación etc. Posan como distribuidores de una “Gran” revelación (Un paliativo).  

El gran estreno de la “verdad” compite metafóricamente con la distribución comercial de Detachment (otra verdad) y nos invita a -colaborar-  con los aproximadamente $ 26.000 US que se cotiza cuesta la implementación del proyecto reevo, (ver reevo.org) y en el que la “educación prohibida” se muestra como punta de lanza.  Entendemos así el éxito de su estreno y vale bien por sus organizadores, pues se destaca de que manera como colectivo existe un nivel de conocimiento sobre la operación de la dinámica económica propia de una industria cultural (última etapa del capitalismo)… se requieren socios estratégicos, aportes para la construir la otra máquina educativa “liberadora”, ésta con unos valores centrados en la movilización de experiencias no lineales en educación, repositorio de ideas y proyectos entre otros.

Insisto en resaltar que el documental es ilustrativo en tanto explicita la posibilidad de un trabajo colaborativo por medio de la organización y constitución de una red de colaboradores que bajo ciertas dinámicas diferenciales son capaces de producir un material (en este caso un audiovisual) y repartir tareas bajo otra forma con el fin de concluir un objetivo, usando servicios, metodologías  e infraestructura dentro del espíritu de la tendencia copy left y de las aplicaciones liberadas como Blender, Open office entre otras. 

El producto resulta interesante y es un llamado para que muchos de nosotros finalmente entendamos que es posible no solo ponerse de acuerdo, sino propiciar encuentros de distintas fuerzas para la consecución de fines y políticamente éste es buen inicio, un buen ejemplo.

Pero lo que personalmente no termina de satisfacerme en este producto es su vocación por la reiteración de la culpa bien sea de los docentes, de las escuelas, de los padres etc. Si aceptamos como sociedad, que todos en una u otra forma somos los responsables de una educación que evidentemente tiene todos los problemas sobre los que se ilustra el documental  (con un aire un tanto mesiánico pero que en verdad no resultan para nada novedosos). Creo que opera como dispositivo informativo pero las preguntas que quedan en el aire ¿era necesario un documental de más de dos horas para re-conocer las tensiones y conflictos del proceso educativo? Y si lo es ¿a quién va dirigido? Esta última pregunta es mucho más inquietante, ¿Quienes son el objeto de la información? ¿Los padres? ¿Los estudiantes?, ¿los maestros?, ¿el Estado?, ¿a todos siendo ese todos ninguno a la vez?.  Peor aún ¿Es importante este “asombro”?

Sé de entrada que estas inquietudes pueden resolverse con afirmaciones como “es necesario que nos demos cuenta de la situación” “Es un trabajo muy serio y extenso, riguroso” “Ayuda a proponer el debate fuerte en educación en Latinoamérica” “Hay que despertar” etc. Son (y este es de entrada el motivo de ésta reflexión) consideraciones de no más de 140 caracteres que en la misma lógica de sujeción que criticamos resolvemos con un “I like” o un hashtag viral.  

Así, como pieza visual con carácter de documental adquiere un matiz que pretende denunciar y visibilizar una situación y unas problemáticas que no son novedosas, pero que los expertos que se pronuncian de una forma casi grandilocuente como portadores de una revelación (que a todas estas constituyen más de 4 generaciones en Latinoamérica).  Lo que hace pensar entonces ¿cuál es el efecto real de los discursos pedagógicos (si es que existen en plano local)? ¿Por qué han sido tan ineficaces para trabajar sobre estas verdades de a puño? En este mismo sentido, las entrevistas (que no experiencias) que se muestran (más de 100) como “realmente” innovadoras, apelan en sintonía a que los niños y los jóvenes son protagonistas, pero no hay testimonios visibles de ellos en el trabajo documental ¿No son los mismos expertos con sus mismas imposturas? ¿O son los -otros expertos-,  que logran detonar al fin su propia máquina de producción de verdad?

La defensa de la recepción argumenta que sirve este material para develarnos una realidad y que su función por lo tanto es la sensibilización frente al problema, pero yo me pregunto ¿hasta qué punto quienes preparamos a futuros docentes, quienes ya enseñamos y participamos de procesos comunitarios formales o informales etc. Somos capaces de convocar otras fuerzas? ¿En qué medida nuestro discurso, nuestra investigación y producción de conocimiento se transforma en testimonio de vida (no es una afirmación moral sino ética)?  ¿Es la “educación prohibida” un signo concreto de sub-versión creadora?

Mostrar a los estudiantes como las grandes victimas es complicado, pues si bien es cierto el sistema educativo requiere una transformación y un cambio de cara a los retos y necesidades de este siglo, creo que parte del asunto es devolver la responsabilidad a quienes por falta de entretenimiento desprecian la escuela… (Entendida este como campo, como lugar y no simplemente como un estacionamiento, como máquina de retención, pues en últimas somos todos quienes hacemos de este espacio una u otra cosa). Tal y como se caricaturiza en el documental, estudiantes bostezando…aburridos etc .A falta de un método, una didáctica que sea capaz de “competir” con el mainstream, se termina pensando que el esfuerzo que debe hacerse por el saber debe ser por norma general “entretenido”,  igual que un video juego, y que la disciplina no institucional sino personal, espiritual, no conviene en tanto no existe un referente externo que convoque. El amor, la ternura, son cualidades de pensamiento superior y en este sentido no devienen de un currículo o un proyecto, sino de un tipo particular de individuos, unos que desean profundamente conocer y aprender. Cada actor en este sentido (estudiante, maestro, padre de familia etc.) es reflejo del otro, por lo tanto, a fuerza por encontrar un esquivo culpable, una mano asesina del saber que nos ayude a mitigar o exorcizar nuestra falta de compromiso, nuestro nihilismo y “aciago” futuro, nos conformamos con la condena.    

Estos materiales permiten en últimas un debate abierto y menos ingenuo, no solo como piezas en las cuales disolvemos muchas responsabilidades, entre ellas la del típico estudiante que culpa a la institución, a los maestros y nunca a su propia mediocridad… Saber lo que se denuncia allí, es condición necesaria de cualquiera que se nombre estudiante o académico pues la crítica y la distancia analítica es una habilidad que ninguna institución promueve, solo el deseo personal es lo que la despliega y la hace posible.

Para invitar finalmente a una discusión académica resalto el texto de 2003 (277-278) de Meirieu & Develay: ”Es así como el discurso culpabilizador alimenta al discurso victimario: entre más se acusa a los profesores de hacer mal su trabajo y entre ellos se sienten víctimas de un complot, más se insiste sobre sus errores e incompetencias y más se cultiva en ellos el sentimiento de ser blanco injusto de todos los ataques. De hecho, entre más resaltan sus responsabilidades, más se les ofrecen medios para escapar a dicha responsabilidad. Simétricamente, el hecho de señalar a los profesores como víctimas, les permite a estos refugiarse en la inacción y esto es lo que nunca faltará para culpabilizarlos. Se dice que la víctima no actúa, se deja llevar por las circunstancias y su pasividad no le impide, jamás, despertar la sospecha de la complicidad….lo que reactiva, por supuesto, el discurso culpabilizador!” (Emilio, vuelve pronto…se han vuelto locos. RUDECOLOMBIA 2003).

En consecuencia la educación prohibida puede sensibilizar a algunos (¿Quiénes no sabían esto acerca de la educación? Pregunta interesante, incómoda pero interesante. Para otros corre el riesgo permanente de ser un panfleto técnicamente muy bien elaborado y distribuido en el que plácidamente los implicados resuelven sus culpas, con la historia, con los poderes intereses propios de la modernidad, con las instituciones represivas, de control y disciplinamiento, con los estados, con la familia, con los docentes etc. ¿Qué nos hace capaces? ¿Si la escuela tradicionalista con su sistema de control, exclusión es tan efectiva para dominar y sujetar y producir buenos obreros calificados…donde están? ¿Qué otras variables se escapan a este simplismo para comprender nuestra situación como latinoamericanos a nivel global? ¿Si la escuela retiene poblaciones tal y como sucede en efecto, no requeriríamos de una transformación del orden social en general? ¿O unos proyectos educativos liberadores no tendrían que toparse con la cruda realidad de ofrecer personas a un sistema productivo cultural que no los acepta? Entonces, ¿Cuál es el debate de fondo? ¿Transformar la escuela es signo de cambio social?...

Ejercicios de filosofía cotidiana - Maestría IESCO




Este semestre, dentro de las diferentes actividades diseñadas para el curso taller de Investigación en la Maestría en Investigación en Problemas Sociales Contemporáneos realizaremos algunos de los ejercicios de Filosofía cotidiana (2003) propuestos por el intelectual francés Roger-Pol Droit. 

En esta entrada podrán consultarse las reflexiones de los asistentes al curso derivadas de dichas experiencias, tratando en lo posible que esas "sensaciones" se transformen bajo el gesto de la escritura en esbozos de temas filosóficos sobre la - humanidad- contemporánea (Siendo cada uno un registro particular de la misma). Por supuesto, la pretensión no es resolver nada (pulsión esquizoide moderna), sino aprovechar la cotidianidad como recurso del pensamiento y en esta medida resignificar la trivialidad, las manías y las rutinas devenidas rituales como alternativa para recomponer la sorpresa (Thaumazein).