"Kurzweil predice que a partir de la Singularidad la
evolución biológica humana dejará de tener importancia y que toda la
evolución será tecnológica. Esto implica algo que a mi entender es
importante: al menos en lo que respecta al ser humano, y posiblemente el
alcance sea mayor, de producirse este cambio que vaticina Kurzweil
estaríamos hablando de un salto desde un escenario de evolución
darwiniana —cambios genéticos al azar e impulso de la evolución mediante
selección natural, proceso lento y de rumbo errático que, al menos desde
que el Homo sapiens está sobre la faz de la Tierra, no ha producido
variaciones en nuestra especie— a otro lamarckiano —rápido, guiado,
determinista, y con herencia (e incluso actualizaciones periódicas de
hardware y software) de caracteres adquiridos—" (Witt, 2008)
El concepto de realidad aumentada prácticamente se inaugura masivamente con la película de Spielberg, 2002, Minority report. Esta otra realidad tecnológica implica no sólo nuevas formas de administración, acceso e indexación de la información sino por supuesto una versión transhumante de la condición de individuo. Si bien es cierto la crítica podría centrase en los pros o contras de este tipo de tecnología, para las Ciencias Sociales Contemporáneas su implementación y desarrollo puede sugerir preguntas mucho más interesantes, por ejemplo, de que manera se puede pensar la realidad aumentada en ciencias sociales?, de que forma este concepto afecta el diseño de las investigaciones? hasta que punto podemos instaurar un sistema de flujo de datos en nuestras formas de abordajes metodológicos? Cual es el efecto e impacto de una versión hipermedial de los temas, coremática o de sistemas de información "georeferenciados" para nuestras investigaciones? La realidad ampliada se abre paso en principio en el mundo del mercado y del consumo, pero deja espacio para posibles aplicaciones académicas y de recursos y herramientas necesarias para investigar en el siglo XXI.