Al parecer nos asustan, pueden saber más que nosotros quienes por décadas hemos sucumbido a la pretensión de la verdad. Ellos no solo vienen con el "chip incorporado", también se dejan tentar por fuerzas que tratan de acaparar su imaginación. Estos "pequeños monstruos" (GAGA) tienen demasiada sobrecarga de información y herramientas tecnodigitales, por ello nuestra función en una lógica expandida implica una curación de contenidos y una forma de poder testimoniar que otros mundos son posibles. Son pulgarcitos (Serres) que tienen deseos de convertirse muy rápido en Gullivers. Están dispuestos a sufrir metamorfosis mucho más rápido que lo que nos cuesta asimilarlas. Es una carrera permanente y una lucha entre cambios ontogenéticos. ¿Cómo puede funcionar lo expandido en una aceleración de sentidos improbables? ¿Cómo ajustar las metodologías en este escenario? Pero al final estos seres mutantes somos todos nosotros, pues la aparente edad que nos diferencia es al final un conjunto homogéneo de retos ¿podemos cambiar nuestra percepción de sentidos y proyectos de existencia en un mundo cada vez más caótico?
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